martes, 13 de febrero de 2018

Entrevista a Carlos Martí Ramos: "Que la ciudad produzca su principal objetivo: generar relaciones humanas, actividad cultural y cohesión social"


Breve biografía: Carlos Martí Ramos, es periodista y dirige desde 2009 la revista Ciudad Sostenible, para la sostenibilidad urbana y el cambio global. Además es director de la Agencia de comunicación Información y Contenidos para la Sostenibilidad y del portal infocities.
1)  Cómo surge la revista Ciudad Sostenible, cuándo, a quién va dirigida y quién la apoya.
La revista Ciudad Sostenible nace en 2009 como una respuesta a la demanda de información que, en aquel momento, detectamos sobre temas relacionados con la mejora de la gestión urbana desde la visión del desarrollo sostenible. Hace nueve años, las ciudades no eran tan protagonistas como lo son ahora, pero ya se estaba abriendo un debate más general (más allá de los especialistas) sobre qué había que hacer para que las ciudades fueran espacios más habitables y amables para las personas, lugares donde realmente hubiera calidad de vida. Por otro lado, comenzaba a cambiar el papel de la ciudadanía, cada vez más proactiva e implicada con su ciudad.

Justo en 2009 comenzaba la crisis económico-financiera que aún sigue dando sus últimos coletazos y que ha hecho de nuestra sociedad un lugar más desigual. Las ciudades entraron en una época muy crítica económicamente, donde se tumbaron muchos proyectos ambientales que ya estaban en marcha por falta de presupuestos.
Nosotros nacimos en ese contexto de dificultad y complejidad, pero hemos mantenido nuestra línea editorial hasta nuestros días, incluso ampliando nuestros canales con el portal infocities.com.


2)  Extremadura es una comunidad que se caracteriza por no tener grandes urbes - y por tanto, no sufre graves problemas ambientales como los generados en las magalópolis del mundo - pero cuenta con una serie de ciudades intermedias cuyo funcionamiento y planeamiento actual y futuro deberían considerar una serie de factores que las posicione como centros de referencia en los que permanezca y aumente la calidad de vida de sus habitantes y como territorios sostenibles preparados para acoger a más población, posibilitándose su dinamismo económico e incorporando innovaciones que les permitan estar actualizadas y ser competitivas. En el rango europeo, una ciudad intermedia sería aquella que tiene entre 20.000 y 500.000 habitantes; sin embargo, el calificativo de "intermedia" no está sólo caracterizado por el número de habitantes sino que además, estas ciudades, articulan un territorio y funcionan como centros de referencia para un territorio más o menos inmediato. Considerando la Nueva Agenda Urbana Hábitat III, y a partir de la experiencia que usted tiene de contacto con numerosas iniciativas que se llevan a cabo en los ámbitos nacional e internacional, qué aspectos de la ciudad considera que sería más urgente abordar para efectivamente generar ciudades (intermedias) sostenibles.
ONU Hábitat pone en el primer lugar del debate urbano para las próximas décadas la necesidad de promover las ciudades intermedias y congelar los crecimientos en las megalópolis. No obstante, hay que entender que el baremo para medir lo que es una ciudad intermedia a nivel mundial oscila entre los 500.000 y un millón de habitantes, aproximadamente. Por ejemplo, con este baremo, prácticamente todas las ciudades españolas serían intermedias, mientras que en China se puede entender como intermedia una ciudad que llegue a los dos millones de habitantes.
Por encima de clasificaciones, no hay que olvidar que una tercera parte de la población urbana mundial de los países en desarrollo todavía vive en situaciones de alta precariedad, y que la desigualdad en las ciudades ha crecido entre 1996 y 2016, las dos fechas que separan la celebración de las conferencias Hábitat II y Hábitat III.
La dimensión de la ciudad es un elemento importante para luchar contra la desigualdad, pero más importantes son aspectos como una planificación urbana pensada y a largo plazo, la lucha contra la especulación del suelo y la vivienda, la regeneración física y social de los barrios más desfavorecidos, o la inclusión de colectivos vulnerables como los niños o las mujeres.
Según uno de los últimos informes de CGLU, hay en el mundo 503 áreas metropolitanas (con ciudades de entre 20 y 1 millón de habitantes) y nada menos que 8.923 ciudades intermedias (entre 500.000 y un millón de habitantes). Y no solo es en el número de ciudades de un tipo u otro. Las ciudades intermedias acogen al 31% de la población mundial, más de lo que vive en las grandes ciudades.
3)  Pensamos que tanto las ciudades intermedias sostenibles como las ciudades de mayor tamaño, deben caminar hacia un modelo que sea capaz de conjugar las siguientes características: sostenible, biofílica, inteligente, epicúrea, playable, humana, inclusiva, creativa y democrática. Respecto a esto, ¿qué opina de todo lo que se está generando en torno a la idea de "ciudad inteligente"? ¿Cree que esta cuestión se está abordando correctamente o bien, se está pecando de querer introducir mucha tecnología inteligente sin tener en cuenta una base estratégica y/o unos objetivos?
Desde mi punto de vista, la tecnología y la ciudad han vivido un romance corto, apasionado y poco práctico, hasta el momento. La tecnología debe seguir siendo un facilitador para la mejora urbana y la calidad de vida en las ciudades, pero en ningún caso ha de ser la protagonista de los procesos. Si los líderes de la nueva ciudad son tecnólogos acabaremos cayendo en lo que el Papa Francisco calificó de “dictadura de la tecnocracia”. Ya hay autores de gran prestigio que nos advertían a mediados del siglo XX del peligro de un exceso de protagonismo de la tecnología en el planteamiento de ciudad. Las ciudades han sido históricamente donde las tecnologías se aplicaban por primera vez ¿por qué no va a seguir siendo así? La tecnología forma parte del desarrollo urbano, pero siempre vista como una herramienta. Más que de innovación tecnológica, prefiero hablar y destacar la importancia de la innovación social.
4)  Cuando hablamos de ciudades biofílicas, nos referimos a ciudades que presentan un diseño urbano que permite a los habitantes desarrollar actividades y un estilo de vida que los deja aprender de la naturaleza y comprometerse con su cuidado. Asimismo, las instituciones locales de las ciudades biofílicas destinan parte del presupuesto de los gobiernos locales para cumplir este compromiso. ¿Conoce algunos ejemplos de ciudades en España que puedan servir de paradigma en este sentido? (ejemplo: ciudades en las que proliferen las cubiertas verdes, los jardines verticales, las zonas verdes, los acompañamientos viarios y zonas de sombra que sirven de adaptación al cambio climático, etc.).
La renaturalización y la puesta en valor de las infraestructuras verdes es una tendencia que está cogiendo muchas fuerza en el ámbito urbano desde hace unos años. Necesitamos reconectar los entornos urbanos con los ecosistemas naturales, por el bien de la ciudad pero sobre todo por el bien de las personas y su calidad de vida. Pensemos en la necesidad de reforzar la resiliencia urbana y sus capacidades para mitigar los efectos del cambio climático. Destacaría los planes que ya tienen en marcha (o están a punto de ser presentados) de las ciudades de Vitoria-Gasteiz, Barcelona y Madrid. Esta última está preparando su nueva Estrategia de Espacios Verdes que es realmente potente y que se sumará a iniciativas ya puesta en marcha como la renaturalización del río Manzanares a su paso por la ciudad de Madrid.
5)  Qué oportunidades de empleo identifica en torno a la construcción de un modelo de ciudad sostenible
Es evidente, así lo dice la Unión Europea, que la transformación de los actuales esquemas económico-productivos hacia un nuevo paradigma económico más limpio, hipocarbónico, reciclador, sostenible e innovador generará miles de puestos de trabajo en la llamada economía verde. En un futuro muy cercano, las empresas que quieran ser competitivas deberán tener en cuenta la sostenibilidad ambiental y social como factores de negocio.
Algunos ejemplos de cómo la ciudad sostenible puede generar empleo son la rehabilitación de edificios con criterios de eficiencia energética, las energías renovables, el incremento en los sistemas de reciclaje o las mejoras en la gestión del agua y los espacios verdes.
6) ¿Qué ventajas identifica en la ciudad intermedia respecto a la gran ciudad si hablamos de calidad de vida?
La dimensión de una ciudad es clave para alcanzar una gestión que, además de sostenible ambientalmente, sea también viable económicamente. Una escala intermedia aporta no sólo esos factores, sino también las capacidades suficientes para que la ciudad produzca su principal objetivo: generar relaciones humanas, actividad cultural y cohesión social. Tampoco hay que olvidar que una ciudad intermedia tiene una escala más humana (y humanizada) que una gran ciudad. Además, las nuevas tecnologías permiten que hoy las urbes intermedias puedan desarrollarse como polos de atracción del talento y de avance económico, combinando lo urbano-rural o, en todo caso, manteniendo formatos urbanos pero muy conectados con el territorio y el entorno de los ecosistemas naturales.
7) ¿Podría identificar 2 - 3 experiencias de participación ciudadana en la configuración de ciudades que destaquen porque efectivamente fueron reales y obtuvieron buenos resultados?
Sin duda, pondría en valor todo el proceso de Madrid Decide, cuya plataforma ya utilizan otros muchos ayuntamientos. Ciudadanos decidiendo cómo quieren su ciudad, tal y como ocurrió con el concurso público de la remodelación de la Plaza de España. Destacaría también lo que se hace en ciudades más pequeñas, como por ejemplo en la localidad de Torrelodones, donde traban desde hace años la participación de la ciudadanía en el desarrollo de la ciudad.
8) Cuáles cree que son los retos a corto y medio plazo que deben abordar las ciudades intermedias cuanto antes para convertirse en sostenibles.
No perder población, seguir y reforzar su conexión con el territorio, convertirse en conectores rural-urbano y usar las tecnologías para ser más competitivas en un mundo global. Pero sobre todo, deberían no perder su escala humana y lo que ello conlleva de complejidad y riqueza social.
Muchas gracias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario