lunes, 26 de febrero de 2018

Entrevista a Emmanuel Ospina: "Es un poco tenebroso pensar en una ciudad que no nos permite interactuar, mirarnos, olernos y tocarnos"



Breve biografía: Emmanuel Ospina es animalista, ciclista urbano y activista por la calidad del aire. Se ha formado como ingeniero civil y es especialista en diseño vial. Trabaja, entre otros, en el proyecto de "La Ciudad Verde" de Medellín (Colombia). Tiene más de 3 años de experiencia en aspectos relacionados con la movilidad urbana y la planificación territorial. Actualmente, adelanta sus estudios de maestría y trabaja como investigador en el Centro de Estudios Urbanos y Ambientales de la Universidad EAFIT.

1) ¿Podría realizarnos un resumen de su trayectoria profesional relacionada con aspectos que tienen que ver con la ciudad? Tanto desde el punto de vista de sus conocimientos como de su experiencia.

Aunque mi relación con el desarrollo urbano es amplia, voy a centrarme en el aspecto que más me ocupa y tiene que ver con movilidad y transporte. Empecé mi carrera en la movilidad, como un actor vulnerable de las vías urbanas (ciclista) descubriendo desde la experiencia de los viajes cotidianos, lo incómodo y peligroso que resulta desplazarse por una ciudad diseñada para los autos y para la velocidad. No podía ser de otra manera que montado en la bici que conocí a Carlos Cadena (director de La Ciudad Verde y del 4to foro mundial de la bicicleta) con quién desde entonces, trabajo y participo tanto en los proyectos de consultoría como en los académicos y culturales. De esta manera, mezclamos el activismo con el apoyo técnico en proyectos de gran importancia para la ciudad y la región metropolitana; planes de desarrollo municipal, plan maestro metropolitano de la bicicleta, planes de ordenamiento territorial y diferentes planes de movilidad sostenible y seguridad vial, entre otros. La aproximación al territorio, la he vivido desde un proceso, académico, profesional y cultural que me ofrece diferentes miradas críticas y constructivas hacia los entornos urbanos, entendiendo que en la buena planificación se encuentra gran parte de las soluciones a los diversos y cambiantes problemas que afrontan las ciudades actualmente.
2)Extremadura es una comunidad que se caracteriza por no tener grandes urbes - y por tanto, no sufre graves problemas ambientales como los generados en las megalópolis del mundo - pero cuenta con una serie de ciudades intermedias cuyo funcionamiento y planeamiento actual y futuro deberían considerar una serie de factores que las posicione como centros de referencia en los que permanezca y aumente la calidad de vida de sus habitantes y como territorios sostenibles preparados para acoger a más población, posibilitándose su dinamismo económico e incorporando innovaciones que les permitan estar actualizadas y ser competitivas. En el rango europeo, una ciudad intermedia sería aquella que tiene entre 20.000 y 500.000 habitantes; sin embargo, el calificativo de "intermedia" no está sólo caracterizado por el número de habitantes, sino que, además, estas ciudades, articulan un territorio y funcionan como centros de referencia para un territorio más o menos inmediato. Considerando la Nueva Agenda Urbana Hábitat III, y a partir de la experiencia y conocimientos que usted posee, ¿qué aspectos de la ciudad considera que sería más urgente abordar para efectivamente generar ciudades (intermedias) sostenibles?

Al estudiar los ejercicios de planificación en los últimos años, se hace prioritario el entendimiento del espacio público constitutivo, es decir el entorno natural, como la estructura básica de cualquier territorio, éste no solo debe ser conservado en su totalidad, sino restaurado para corregir y evitar discontinuidades que aceleren la pérdida de biodiversidad. La movilidad debe ser considerada como factor determinante en la recuperación del espacio público y de las zonas verdes urbanas, ya que, si no se cambia el modelo de movilidad, no se pueden hacer cambios significativos y esto se debe a que toda transformación del espacio público está supeditada a la forma de movilidad predominante, aunque ésta sea solo una de las tantas funciones del espacio público. Esto quiere decir que la apuesta de las ciudades más sostenibles es por mover a más personas, consumiendo menos espacio, menos energía y emitiendo la menor contaminación posible. De esta manera, la concentración de los centros de actividad en las zonas residenciales, la facilidad de alcanzar destinos en diferentes modos de transporte y principalmente los sistemas de transporte público colectivo y la integración de la caminata y la bicicleta con éstos, resultan la solución más realista y poderosa para resolver los retos de la movilidad urbana actual y futura y evitar además deterioros ambientales innecesarios en las ciudades intermedias.

3)Pensamos que tanto las ciudades intermedias sostenibles como las ciudades de mayor tamaño, deben caminar hacia un modelo que sea capaz de conjugar las siguientes características: sostenible, biofílica, inteligente, epicúrea, playable, humana, inclusiva, creativa y democrática. Respecto a esto, ¿qué opina de todo lo que se está generando en torno a la idea de "ciudad inteligente"? ¿Cree que esta cuestión se está abordando correctamente o bien, se está pecando de querer introducir mucha tecnología inteligente sin tener en cuenta una base estratégica y unos objetivos?
Es un poco tenebroso pensar en una ciudad que no nos permite interactuar, mirarnos, olernos y tocarnos. El contacto es un aspecto fundamental en nuestras vidas y gran parte del imaginario futurista, inteligente y autómata nos lleva a romper vínculos con nuestros vecinos, nuestros árboles y hasta con nuestro propio cuerpo. Wall-e (la película animada) puede representar un buen punto de llegada después de haber introducido de manera arbitraria, demasiada tecnología en nuestra cotidianidad. Las ciudades más amigables, cálidas y a escala humana, son y han sido por muchos años, ciudades inteligentes. De hecho, cuando asistimos a congresos y seminarios para ver en escena a los más grandes pensadores y planificadores urbanos, encontramos en su imaginario de ciudad y en sus propuestas concretas, las mismas características que tenían las ciudades de nuestros padres o abuelos; ciudades tranquilas y pequeñas con gran diversidad de servicios cercanos, abundancia de recursos básicos, espacios de esparcimiento y gran riqueza natural, muy pocos autos, ninguna moto pero muchas bicicletas, sistemas de transporte público y colectivo como estructurantes de la movilidad, sistemas de seguridad basados en la confianza y no en la fuerza. Para muchos que han tratado sobre el futuro de las ciudades, ha quedado claro que, dependiendo de la escala, éstas ciudades tienen más parecido con las ciudades del pasado que con el imaginario futurista. La tecnología debe ser un aliado para la sostenibilidad, sin afectar la cohesión social y la creación de cultura ciudadana propia de la interacción a la que nos disponemos en la calle.
4) Cuando hablamos de ciudades biofílicas, nos referimos a ciudades que presentan un diseño urbano que permite a los habitantes desarrollar actividades y un estilo de vida que los deja aprender de la naturaleza y comprometerse con su cuidado. Asimismo, las instituciones locales de las ciudades biofílicas destinan parte del presupuesto de los gobiernos locales para cumplir este compromiso. ¿Conoce algunos ejemplos de ciudades en Colombia que puedan servir de paradigma en este sentido? (ejemplo: ciudades en las que proliferen las cubiertas verdes, los jardines verticales, las zonas verdes, los acompañamientos viarios y zonas de sombra que sirven de adaptación al cambio climático, etc.) ¿Tiene Medellín incorporada esa visión en su gestión y políticas urbanísticas?
Conozco el término desde hace algunos años y comparto totalmente la importancia que tiene para mejorar la calidad de vida. Desafortunadamente en Colombia, no conozco a nivel municipal que se haya declarado algo al respecto. Hay algunos ejercicios individuales y privados que ofrecen servicios asociados o instituciones que dentro de sus lineamientos la consideran y así logran incorporar fachadas o techos verdes, pero esto responde más a un asunto de imagen que a soluciones de fondo o cumplimientos puntuales.
5) Respecto a las ordenanzas municipales (políticas locales) ¿cuáles de ellas deberían revisarse o considera que deberían incorporarse para lograr ciudades más sostenibles? ¿se está considerando la adaptación y mitigación local del cambio climático en las ordenanzas municipales en Medellín? ¿De qué modo?
Hay que visibilizar todos los planes (existentes y en construcción) de sistemas locales de áreas protegidas, de la estructura ecológica básica y sobretodo fortalecer el concepto de cinturón verde metropolitano. En segundo lugar, los planes maestros de espacio público y definitivamente revisar los planes de movilidad o movilidad sostenible que tienen largos y divertidos discursos sobre el deber ser del transporte urbano,pero no se aplican porque no tienen metas medibles ni metodologías claras. Las normas urbanísticas, en Colombia conocidas como planes de ordenamiento territorial (POT) desconocen diversos y sustanciales aspectos medioambientales por lo que, en función de una dinámica económica, se destruye el territorio sin entender los impactos de mediano y largo plazo. Existen guías de adaptación y mitigación al cambio climático, sin embargo, la confusión y falta de control por parte de las entidades del estado es tal, que hemos seguido una historia de habitación informal (y posteriormente formal) sobre suelos considerados de alto riesgo que incluso han sido escenarios de tragedias enormes como la de Salgar en Antioquia o Mocoa en Putumayo. Aunque estos eventos han tenido gran acompañamiento de los medios, no ha sido posible que esto se traduzca en nuevas y mejoradas prácticas para evitar la pérdida de vidas de manera innecesaria e irresponsable. Medellín no se escapa de tener grandes zonas densamente pobladas que tienen riesgo de deslizamiento o inundación al estar ubicado en un valle con gran presencia de quebradas y ríos y tener empinadas laderas tanto al oriente como al occidente.
6) En cuanto a urbanismo, ¿hacia dónde cree que deberían evolucionar las ciudades? o bien, ¿qué modelos urbanísticos del pasado deberían recuperarse?
Definitivamente, la escala de las ciudades. Este es un asunto que por muchos años ha sido estudiado y se demuestra bien, el daño que causa a nuestra salud física y mental, el hecho de habitar grandes urbes, ya sean densas o extensas, con altísimos edificios y ruidosas autopistas, sin parques cotidianos para cada sector de la ciudad y en algunos casos, sin la llegada del sol a muchos sectores. Somos dependientes del entorno en el que vivimos, trabajamos o nos desplazamos, por eso, tener ciudades a escala humana, puede ser una de las mejores formas de salir de la paranoia, inseguridad y morbilidad que vivimos actualmente. Necesitamos ciudades más amables, con calles más tranquilas y velocidades adecuadas, velocidades más humanas. Espacios que nos permitan la solidaridad y promuevan la cooperación. Fortalecer la agricultura urbana, las redes de intercambio y la gestión comunitaria de residuos sólidos (bio pacas, lombricultivos…) Todas estas cosas, pueden hacer que volvamos a construir espacios desde la ciudadanía, que atiendan las necesidades humanas y no respondan simplemente a las dinámicas del mercado. En América Latina, es común que las decisiones sobre el desarrollo territorial, estén influenciadas por el sector inmobiliario y por las compañías automotrices, por otro lado, muchos de los sistemas de transporte de principios del siglo XX, como trolebuses, tranvías y bicicletas han regresado con fuerza a las ciudades más desarrolladas y tecnológicas del mundo; esa tiene que ser una pista importante.   
7) Cómo valora la evolución de las ciudades colombianas en cuanto a la gestión de su movilidad. Antes se hablaba de tráfico y ahora ya de movilidad. ¿Los planes de movilidad sostenible se están llevando a cabo? ¿Sabe si se integran en ellos otros aspectos como "el camino escolar seguro" o el "mapa de la ciudad prohibida", etc. o esas medidas se incorporan en proyectos separados? ¿En qué aspectos deberían concentrarse las ciudades en cuanto a movilidad se refiere, o qué cuestiones considera que son importantes y que no se están teniendo en cuenta en la gestión de las ciudades respecto a la movilidad en su país?
Destacaría cuatro aspectos de la movilidad urbana en Colombia. Primero. Bogotá, una ciudad con diez millones de habitantes que no tiene metro y se atasca en discusiones absurdas para seguir con un modelo de transporte público incapaz de resolver la crisis. Segundo. Medellín, que se destaca por tener el único sistema integrado de transporte en Colombia, compuesto no solo de metro, sino de buses segregados, tranvía, teleférico (Metrocable), sistema de bicicletas públicas gratuito y hasta escaleras eléctricas en las zonas periféricas, es al mismo tiempo una ciudad que invierte gran parte de su presupuesto en la construcción de nueva infraestructura vial y desconoce todos los mecanismos de gestión de la demanda para garantizar una movilidad más sostenible en el mediano y el largo plazo. Tercero. La falta de identidad y de planes integrales en muchas ciudades intermedias, que, sin diferencias sustanciales, adoptan el sistema de buses segregados (BRT) estilo Transmilenio en sus territorios y los tienen al borde de la quiebra y con una movilidad urbana, cada vez más caótica. Cuarto. El abandono de los sistemas de transporte público colectivo (buses) en ciudades intermedias y pequeñas que ha servido, casi de manera premeditada, para la entrada masiva de motos que han invadido por completo el sector del transporte de pasajeros y que, apoyadas en la ausencia de control, amenazan con tomarse cada vez más, las grandes ciudades. Entonces, haber cambiado de término, no significa que hayamos cambiado de idea, siguen siendo los modelos de tránsito y no los estudios de movilidad, los que definen el desarrollo y diseño de las infraestructuras, por lo tanto, la aparición de autopistas urbanas, rápidas y peligrosas, así como la migración de usuarios de buses a las motos, son fenómenos comunes en muchas de nuestras ciudades. El concepto de movilidad urbana, como un sistema de planificación, gestión, control, educación y cultura, base del desarrollo sostenible, no se ha entendido en absoluto. Se hacen campañas pedagógicas para que los peatones no crucen por la calle, mientras se construyen avenidas enormes que dificultan y entorpecen el paso de los caminantes, de manera que sus trayectos se multiplican en distancia, tiempo e incomodidad, muchas veces incluso, sin haber resuelto el asunto central de la seguridad. Se desconoce la relación entre el desarrollo inmobiliario del territorio y la problemática de la movilidad y por todo lo anterior, no solo la congestión vial sigue aumentando, sino que se pierden miles de vidas cada año, tanto por incidentes viales, como por la contaminación del aire asociada al transporte.
Los planes de movilidad no se pueden aplicar, ya que no tienen integralidad; solo para citar a Medellín, en movilidad tenemos cosas de este estilo: Plan metropolitano de movilidad, 2008. Plan de movilidad segura, 2014. Plan metropolitano de la bicicleta, 2015. Plan de expansión del Metro de Medellín, 2016. Plan de estacionamientos y parqueaderos, 2017.Todos ellos, excepto los planes metropolitanos (que ejercen realmente como guías) son desarrollados por diferentes dependencias y diferentes equipos de trabajo. No tienen una jerarquía clara, no se ensamblan ni se asocian entre sí y, en definitiva, no se desarrollan. Sirven para casos específicos, en intervenciones específicas según convenga y de esa manera, la implantación de un modelo de movilidad o la continuidad del mismo, no ha sido posible. De la misma forma, es difícil encontrar a nivel local, planes de rutas escolares y otros similares, este tipo de documento, solo se desarrolla, por algún privado en un caso de intervención o de consultoría, por ejemplo, pero su alcance, no tiene impacto en la ciudad o en la región metropolitana al no responder a directrices establecidas.
Hay dos ramas importantes para responder la última parte de la pregunta. El asunto propiamente del transporte, el nivel de servicio, la renovación de tecnología, la accesibilidad, la tarifa, la cobertura y la integración. Todos son aspectos por entender y mejorar, así como los cuatro puntos iniciales;el metro para Bogotá, la gestión integral de la demanda en Medellín (y en todo el país), la discriminación de sistemas adecuados para cada caso y para cada territorio y el control a la venta y utilización de motos. Por otro lado, y quizás lo más importante, sea la planificación territorial integrada. El desarrollo orientado al transporte o la construcción intensiva y diversa como respuesta al modelo expansivo hiper denso y mono funcional, que genera una alta dependencia de vehículos particulares y detona la construcción de nuevas autopistas, generando cada vez más congestión y contaminación y acabando con el espacio público de encuentro, servicios y dispersión.
8) Cómo ve las posibilidades de implementación de una economía circular en la ciudad. ¿Por dónde cree que se debería comenzar?

Casos como Portland, Oregon en los Estados Unidos, demuestran que cualquier ciudad es susceptible de adaptarse y adquirir hábitos comunitarios y de economía cooperativa. Una de las estrategias que ya se ve avanzando en ciudades colombianas es la de agricultura urbana, que comprende desde las huertas comunitarias en zonas verdes, terrazas y techos, hasta el compostaje y la jardinería ornamental. Como acto simbólico de la economía circular, no imagino algo que funcione mejor que el ciclo vital conformado por la alimentación y el aprovechamiento de los desechos. Esto no solo conecta comunidades al desarrollar actividades en equipo, sino que puede conectarnos con nosotros mismos y nuestros hábitos.
9) Qué oportunidades de empleo identifica en torno a la construcción de un modelo de ciudad sostenible.
Actualmente, parte del equipo de La Ciudad Verde, trabaja en el desarrollo de un proyecto llamado Del Techo Colombia que se divide en dos estrategias; la primera tiene que ver con la producción y venta de granjas acuapónicas que se destinan a techos o balcones y proveen una fuente de alimentos autorregulados y la segunda con la consultoría en servicios ecosistémicos que analiza y propone estrategias de fortalecimiento a la economía local y disminución en el riesgo alimentario que algunos sectores de la ciudad, supera el 50%
Por otro lado, iniciativas como Low Carbon City, que nace también de un grupo de La Ciudad Verde, ha logrado establecerse como un espacio de creación permanente, con asesores que desarrollan diversas actividades, desde trabajos en movilidad empresarial hasta lineamientos y planes para barrios bajos en carbono.
La oportunidad que ofrece un modelo de ciudad más sostenible es considerable ya que la economía global está migrando de la industria hacia los servicios, y cada iniciativa local que promueva, facilite o instruya sobre hábitos saludables y sostenibles, es una buena oportunidad de negocio.
10) ¿Qué ventajas identifica en la ciudad intermedia respecto a la gran ciudad si hablamos de calidad de vida?
Las ventajas tienen que ver principalmente con la escala y el tamaño poblacional. Pero también con la oportunidad de aprender de los errores de muchas grandes ciudades y de avanzar a través de la evidencia de lo que ha pasado con modelos de ciudades motorizadas y ciudades predominantemente humanas. Como lo he dicho antes, definir el modelo de movilidad, es apostar por un tipo de ciudad o por otro. La congestión vial y la contaminación del aire, no son condiciones, son decisiones. 
11) ¿Podría identificar 2 - 3 experiencias de participación ciudadana en la configuración de ciudades que destaquen porque efectivamente fueron reales y obtuvieron buenos resultados en Colombia? O alguna en la que usted haya participado.
Hemos logrado grandes eventos para compartirlos internacionalmente y otros proyectos destinados a atender e involucrar comunidades locales. El plan de desarrollo de la comuna 2 de Medellín, una zona de la ciudad con más de 100.000 habitantes, fue un ejercicio que se hizo con la comunidad y desde un centro de cultural llamado Nuestra Gente y que lleva más de 30 años trabajando con la comunidad. En 2015, se logró organizar y realizar el evento más grande e importante de la ciudad en torno a la bicicleta. Con la dirección de Carlos Cadena (La Ciudad Verde) y el apoyo del Área Metropolitana del Valle de Aburrá (AMVA) y la Alcaldía de Medellín, la ciudad fue sede del Cuarto Foro Mundial de la Bicicleta y el evento dejó compromisos importantes para el desarrollo de ciclo-infraestructura y un trabajo fuerte en cultura ciudadana. Para el 2016 y con nuevas preocupaciones por la calidad del aire, varios compañeros de La Ciudad Verde y otros colectivos, de nuevo con un acompañamiento especial de Carlos, integraron el equipo de Low Carbon City y lograron, nuevamente con apoyo del sector público, realizar el Primer Foro Mundial de Ciudades Bajas en Carbono. Este movimiento ha tomado tal fuerza, que su segunda versión fue realizada en México y ahora París, será la anfitriona de semejante evento. Siendo quienes lideran, los mismos ciudadanos que iniciaron el viaje hace más de dos años en Medellín.
12) Cuáles cree que son los retos a corto y medio plazo que deben abordar las ciudades intermedias cuanto antes para convertirse en sostenibles.
En definitiva, una ciudad sostenible, es aquella que tiene ciudadanos con hábitos sostenibles. Por lo tanto, lo que debería hacer una ciudad para alcanzar un nivel considerable de sostenibilidad, es empezar cuanto antes (ya que es lo que más tiempo puede tomar) un proceso cultural y formativo para empoderar a sus habitantes, de su rol como ciudadanos de tiempo completo. La educación y cultura ambiental, se convierten en partes fundamentales del proceso pedagógico, el ejemplo de las administraciones y la coherencia de los funcionarios públicos en sus mensajes y acciones es vital. Los sistemas naturales de todo tipo, deben ser respetados y conservados y los límites del crecimiento urbano, deben ser evaluados según la capacidad de soporte de cada territorio con el fin de garantizar el derecho a la ciudad y procurar mantener y elevar la calidad de vida. Esto debe hacerse mientras se reestructura un modelo de planificación y desarrollo que esté basado en sistemas de movilidad eficientes e integrados y se aplican los instrumentos de gestión necesarios para corregir las condiciones actuales indeseadas.

Muchas gracias por su colaboración.






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